martes, 24 de abril de 2012

el científico en la capital



Aun siendo hombre de ciencia, soy hombre de campo, un paleto de pueblo si quieren ustedes y cada vez que viajo a las grandes capitales quedo maravillado como un bobalicon. Este ultimo fin de semana preparé mis maletas, dejé al señor dilemas al mando del laboratorio y me plante en Madrid con algunos cuantos colegas veterinarios. Ellos se fueron a un curso yo dediqué ese tiempo a realizar algunos trabajos de campo en la urbe capital. Contaré a quien le interese mis andaduras y andanzas.

Viernes 20-4-2012: 



recién salido de un examencito de anatomía cogimos el coche y pusimos rumbo a nuestro destino. El viaje como siempre, esas largas carreteras rectas, e infinitas por la meseta norte. Llegamos no sin unas cuantas vueltas, por que Madrid es así, te hace dar infinitas vueltas, a nuestro destino. Estábamos alojado en un dúplex muy curiosín no muy cerca ni muy lejos del centro.   He de reseñar que el ingeniero que diseñó la cochera deberían quitarle el título y trabajo ¡un horror! El día no dio para mucho más unas cervecitas  y a dormir.

Sábado 21-4-2012:
 empezaba el gran día, el día de la exploración por Madrid. Mi compañero J.M. y yo debíamos encontrar una escondida tienda de arcos, de hay ir al centro no perdernos en el mismo ni morir en el intento. Dicho y hecho y además con una precisión y eficacia pasmosa, como si viviéramos en Madrid desde la infancia. Como terminamos pronto en nuestra empresa el resto del día nos lo pasamos haciendo investigaciones y averiguaciones sobre las gentes y lugares de la ciudad. En próximos post haré un resumen de las conclusiones de los mismos. Comimos y bebimos a lo europeo en restaurantes de comida rápida de grandes cadenas comerciales. Nos movimos mucho, andamos en demasía para lo que estoy acostumbrado y conocimos diferentes tiendas de interés. Un día de magnitudes épicas sin duda
Domingo 22-4-2012:
 como la vocación me puede no podía marcharme de Madrid sin visitar el zoo. Nuevamente pateada, pero como sarna con gusto no pica… vi a los pandas que ya había visto al poco de nacer hará ya cosa de un año. Con los animales yo me lo paso como los enanos y además había exposición de dinosaurios, para lo que me vino de perlas mi compañero J.M. que es un experto en la materia. El día lo terminamos al atardecer, ya cerca del crepúsculo dando una ultima vuelta por el zoo con J.G.C , A.O.A y C.M.D.C.P. aprovecho ahora para darles las gracias a los 4 por su inigualable compañía.
 

Lunes 23-4-2012:
La cosa rozaba a su fin no sin antes darnos otro paseíto por el centro de Madrid y sus comercios mas importantes. Las ostentosidad es increíble…no se por qué en las capitales las cosas se hacen tan grandes. Era la hora de despedirse de los grandes edificios, los túneles infinitos, las cabras adorables y las diabólicas, del metro, los coches y la gente. Nuestro dúplex, sol, cuatro caminos y el busto de Baden Powell. Adiós Madrid hasta la próxima.

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